Por grupos destacan los descensos de precios registrados en alimentos y bebidas no alcohólicas junto con vivienda (-0,5%). Por el contrario, vestido y calzado (5,3%), ha sido con diferencia el grupo más inflacionista, consecuencia de la finalización del periodo de rebajas del sector textil.

En los últimos doce meses, las caídas de precios más destacadas son las registradas en los grupos comunicaciones (-4,7%) y transporte (-3,5%) mientras que los mayores incrementos de precios han sido los protagonizados por bebidas alcohólicas y tabaco (1,6%) junto con otros grupos (1,5%).

Por provincias, durante el pasado mes de marzo, los precios se incrementaron en todas las provincias andaluzas. El incremento más destacado fue el alcanzado por Huelva (0,9%). En sentido contrario, Córdoba, Jaén y Sevilla (las tres 0,5%), han sido las provincias andaluzas donde el aumento de precios ha sido menor.

En términos interanuales, Almería y Sevilla (dos décimas por encima de la media andaluza) fueron las que registraron las caídas de precios más importante durante los últimos doce meses mientras que, las provincias gaditana y malagueña, con un descenso de precios dos décimas menor al dato regional, destacaron en el sentido contrario. De esta forma, las diferencias interprovinciales se reducen hasta las 4 décimas.

Otras cuestiones que, además de los precios propiamente dichos, afectan a nuestro poder adquisitivo son:

- El precio de los carburantes se ha mantenido relativamente constante durante el pasado mes de marzo. De esta forma, hemos cerrado el tercer mes del año con un precio medio en España para el diesel de 1,174 €, por debajo de los 1,268 que marcara a finales de febrero. El descenso del precio de los carburantes supone un leve alivio para las maltrechas economías domésticas.

- El Euribor continuó descendiendo un mes más y terminó marzo con un valor del 0,198, por debajo del 0,225 que marcara en febrero. De esta forma, las revisiones de las cuotas hipotecarias continúan siendo a la baja y suponiendo un nuevo respiro para el poder adquisitivo de los trabajadores.

- En cuanto a la energía, la factura de la luz se ha vuelto a incrementar un 0,5% durante el mes de marzo. Los anuncios de reducciones de precios del Ejecutivo Central siguen sin verse reflejados en nuestras facturas de forma que el consumo de energía eléctrica se está convirtiendo en un lujo al alcance de cada vez menos familias.

En definitiva, desde UGT Andalucía consideramos que los riesgos a los que se enfrenta nuestra economía en el corto plazo son muy numerosos y la deflación no es más que otro de ellos y ,desgraciadamente, cada vez adquiere más fuerza. La pésima gestión económica de nuestros Gobiernos  no solo no logra reactivar la economía andaluza sino que añade nuevos problemas, ésta vez, en términos de control de precios.

El ciclo de reducción incontrolado de precios en el que estamos inmersos pone a la claras la total paralización de nuestra economía y cómo la leve mejora de algunos de los más destacados indicadores macroeconómicos no tiene reflejo alguno ni en las pequeñas y medianas empresas ni en la mayor parte de las economías domésticas.

A pesar de ello, el Gobierno del señor Rajoy, en boca de todos y cada uno de sus Ministros, continua obcecado en sus políticas de control de gastos únicamente suavizadas por la llegada de un importante año electoral.

Nuestra Organización Sindical mantendrá cuantos esfuerzos hagan falta para lograr un giro radical en la política socioeconómica tanto del Gobierno Central como del nuevo Ejecutivo que se forme en Andalucía. La situación actual exige la puesta en marcha inmediata de medidas con un único y claro objetivo: crear empleo de calidad

Los nuevos datos de pobreza y de exclusión social que vamos conociendo día tras día ponen de manifiesto como, a pesar de los pomposos anuncios de fin de la crisis de nuestros dirigentes, llegar a fin de mes se ha convertido en toda una odisea para gran parte de las familias andaluzas. El descenso generalizado de los ingresos de los trabajadores conlleva que ni tan siquiera la actual situación de reducción de precios se haya traducido en un incremento del poder de compra de la clase trabajadora.

La mejora de la capacidad de compra de la ciudadanía y el incremento de los niveles de vida de la sociedad es la única forma de que una sociedad moderna pueda asegurar su futuro en el medio y largo plazo. Los ciudadanos tienen que convertirse en el centro de todas y cada una de las políticas económicas que se pongan en marcha en los próximos meses y la demanda de éstos es clara: empleo.

Para ampliar información, consulta este informe