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Conciliación en tiempos de pandemia

Conciliación en tiempos de pandemia

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La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 va a tener consecuencias directas sobre el mercado de trabajo y resulta urgente adoptar las medidas adecuadas para orientar la desescalada y la recuperación desde una perspectiva de género, pues los últimos datos de la EPA y del INE ya nos muestran que se está acentuando la brecha entre hombres y mujeres en el empleo y el desempleo. En Almería la tasa de mujeres en desempleo supera en 12,6 a la de los hombres, según los datos del INE de Abril.

Casi diez millones de mujeres permanecen inactivas, que supone el 46,96% de las que tienen edad de trabajar, frente al 36,37 % de los hombres. Sin embargo, el hecho de que permanezcan inactivas a efectos estadísticos no quiere decir que no trabajen, ya que muchas de ellas lo hacen en la economía sumergida, sin derechos, sin contratos y sin protección social en tiempos de bonanza. 

Por este motivo, la UGT quiere llamar la atención de este enorme desequilibrio estructural entre sexos en el empleo, para que todas las políticas que se adopten tengan en cuenta en su diseño y configuración esta gran discriminación hacia las mujeres en el punto de partida. De lo contrario, las diferencias serán aún mayores en un momento en que las mujeres van tomando cada día más conciencia de sus derechos porque, aunque ya se habla legislativamente de corresponsabilidad, hay que dejar claro que la corresponsabilidad no existe todavía y se estará ahondando en una discriminación que puede generar un conflicto social.

Por otra parte, el impulso que se está dando al teletrabajo debe estar amparado por una regulación legal. Teletrabajar no puede ser a disponibilidad completa, hay que articular los horarios y las medidas de desconexión digital. También hay que evitar que las reducciones de jornada supongan la merma de los salarios, cuando no hay otra opción que afrontar los cuidados sin ayuda de nadie más.

Esta pandemia no solo va a producir una crisis sanitaria y económica sin precedentes, también una crisis de conciliación ya que las medidas de conciliación existentes no son efectivas con las necesidades que han surgido durante el estado de alarma. 

Más de la mitad de las plantillas de nuestro país no pueden flexibilizar su horario para cuidar de sus hijos e hijas y las mujeres interrumpen su carrera laboral por ese motivo siete veces más que los hombres. Si analizamos el tiempo que las mujeres dedican a las tareas domésticas, 25 horas semanales, y el incremento que les supone durante el confinamiento la dedicación de 3,6 horas diarias a deberes y entretenimiento, observamos que el igual reparto es lejano a la realidad, en el caso de los hombres hablamos de 2.4 horas dedicadas a este motivo. 

Nos encontramos con mujeres que, con sus reducciones de jornada por guarda legal antes del ERTE, cobran menos que el resto de la plantilla, mujeres embarazadas que son obligadas a ir a trabajar, empleadas de hogar confinadas en los domicilios donde trabajan y un largo etcétera de problemas que serán peores cuando se tenga que volver al trabajo y no haya colegio o centros de día, cuando no se pueda contar con la ayuda de los abuelos y abuelas, cuando no se pueda teletrabajar. No lo dudemos: las que se van a quedar en casa son las mujeres porque, sobre todo, tienen los empleos más precarios y porque arrastramos una educación patriarcal que aún no hemos conseguido erradicar. 

Desde UGT apostamos por una conciliación que no suponga un sacrificio laboral para las mujeres, estableciendo medidas adecuadas, con una corresponsabilidad social en la que se impliquen empresas y poderes públicos.