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2018 afianzó la precariedad de nuestro mercado laboral y el empobrecimiento de gran parte de la clase trabajadora

2018 afianzó la precariedad de nuestro mercado laboral y el empobrecimiento de gran parte de la clase trabajadora

Los parados en Andalucía se reducen en 63.900 personas. Baja el paro y la tasa de desempleo (21,26%), pero continúa como una de las más altas de España. El paro sigue siendo el principal de los problemas socioeconómicos de Andalucía y nuestros dirigentes, tanto a nivel estatal como autonómico, no han hecho los esfuerzos necesarios para comenzar a poner fin a la dramática situación por la que atraviesan cientos de miles de familias trabajadoras andaluzas.

29/01/2019 |

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A lo largo del último año se ha creado empleo (3,99%), aunque el porcentaje se incrementa, con respecto al trimestre pasado (2,72%), no es suficiente para paliar las dificultades que atraviesa el conjunto de la clase trabajadora. Desde el final de la crisis son 146.200 los empleos sin recuperar.

El empleo público ha crecido, durante el cuarto trimestre del año, un 1,37%, muy por encima del descenso experimentado en el sector privado (-0,04%). En el último año, las cifras son igualmente positivas: el empleo privado creció un 2,70% a nivel estatal y el público lo hizo en un 4,43%.

La juventud andaluza ha sido la que en mayor medida ha visto agravada su situación laboral durante el pasado año. La tasa de paro juvenil es del 45,09% por lo que, se reduce casi un punto con respecto a la registrada el pasado trimestre (46,00%). La tasa de desempleo juvenil andaluza supera en 11,5 puntos la obtenida para el conjunto del Estado (33,54%) que, sin embargo, ha incrementado.

Por su parte, la tasa de paro femenino (25,39%) se ha visto reducida en 1,7 puntos y reduce, levemente, la brecha con respecto a la obtenida en el caso de los trabajadores andaluces hombres (17,92%), que también se reduce. La llegada de la ultraderecha al Parlamento de Andalucía supone una nueva amenaza para los derechos, ya no solo laborales, sino sociales, de una mujer andaluza que, ahora más que nunca, tiene que dar un paso al frente en la defensa de sus intereses legítimos.

La cifra de parados de larga o muy larga duración, se reduce hasta situarse en  los 388.300, pasando a representar el 46,54% del conjunto de parados, menos que en el trimestre pasado. Desde UGT-A valoramos que el Gobierno finalmente prorrogue de manera indefinida el subsidio extraordinario de desempleo (SED) de 430 euros, medida que ha sido reclamada reiteradamente por el sindicato, pero no es suficiente para resolver el déficit de protección que padecen los desempleados. Exigimos una reforma integral del Sistema de Prestaciones Públicas por Desempleo que mejora la cuantía de las mismas y, especialmente, su grado de cobertura.

UGT-A valora positivamente el descenso del paro y la creación de empleo registrada durante el año, pero no por ello podemos dejar de denunciar la insuficiencia de los mismos, así como la nueva reducción de la población activa. En multitud de ocasiones hemos exigido una estrategia integral de empleo que haga frente a todos y cada uno de los principales problemas que tiene nuestro mercado laboral y que hemos puesto de manifiesto en nuestro Plan Empleo 10, con sus 210 medidas.

La recién conocida dotación presupuestaria del anunciado Plan Especial de Empleo de Andalucía que pondrá en marcha el Ejecutivo Central, en colaboración con la Junta de Andalucía, es del todo insuficiente, incluso irrisoria si su objetivo es el de dar respuesta a las necesidades de empleo que tienen los parados andaluces.

El paro de larga y muy larga duración, la imposibilidad de acceder a un puesto de trabajo en el periodo en el que se dispone de prestaciones por desempleo y, por consiguiente, el agotamiento de las misma se ha convertido en un auténtico drama, cuyo efecto inmediato ha sido recogido por una inasumible tasa de pobreza y exclusión social. Hay que afrontar una Reforma Integral del Sistema de Prestaciones Públicas por Desempleo que asegure una vida digna para el conjunto de los desempleados.

En lo relativo al desempleo juvenil, desgraciadamente nuestros jóvenes, la generación más formada de la historia de Andalucía, siguen teniendo en la emigración la única vía posible de labrarse un futuro profesional digno y adecuado a sus niveles formativos. Hacemos una importante inversión económica en la formación de los jóvenes andaluces, del orden unos 5.000 euros al año por estudiante. Si eso lo multiplicamos por los 12 años de media de duración de los ciclos formativos terminados y por los casi 8.000 jóvenes que dejan Andalucía cada año por motivos laborales, el coste de la emigración juvenil se dispara hasta los 480 millones de Euros, es decir, entre un 3,5 y un 4% del PIB andaluz invertidos para beneficio de economías como las centro europeas.

En un sentido similar, la erradicación de todo tipo de discriminación laboral debe ser una máxima absoluta que marque el día a día de la política sociolaboral autonómica y de nuestro mercado laboral. Hay que apostar por que todas las empresas andaluzas cuenten con planes de igualdad perfectamente integrados en la gestión diaria de la empresa como forma de garantizar, no solo el acceso a un puesto de trabajo en condiciones de igualdad, sino también un trato justo en cuanto las retribuciones percibidas, las condiciones laborales o las posibilidades de ascenso y de carrera profesional en el seno de la empresa.

Desgraciadamente, 2018 no ha cumplido con las expectativas generadas en materia laboral. Es cierto que ha descendido el paro en más de un 13%, pero no es menos cierto que no se ha visto acompañado de un similar proceso de generación de empleo (3,99%), apenas 118.600 puestos de trabajo que, además, lo fueron de una “dudosa” calidad, así como un continuo descenso de nuestra población activa (-0,19%).

La apuesta de UGT Andalucía por el empleo, por la generación de riqueza, por un reparto justo de la misma y por el avance en términos de igualdad, sostenibilidad ambiental, cohesión social y equilibrio territorial pasa por un objetivo clave: el fomento de la industria innovadora convirtiendo, las características de nuestro tejido empresarial basado en pymes, no en una debilidad de la economía andaluza, sino en una oportunidad de desarrollo.