Si observamos la comparativa interanual, al menos los datos  resultan más positivos para Andalucía. De esta forma, con respecto a noviembre de 2018, el número de sociedades disueltas en Andalucía ha sido un 10,8% menor a la cifra registrada por aquel entonces. Para el conjunto del Estado, el número de sociedades obligadas a echar el cierre se ha reducido en mucha menor medida, apenas un 0,5%.

En lo que a las sociedades creadas se refiere durante el mes de noviembre, en nuestra Comunidad Autónoma, vieron la luz 1.217 de las 7.331 que lo hicieron en el Estado, lo que supone un 16,6%. En Andalucía, el número de sociedades creadas fue muy inferior a las que se alcanzaron el mes anterior (1.421). Por su parte, en el conjunto del Estado dicha cifra fue también bastante menor a las 8.029 creadas en octubre del presente año.

En datos interanuales, en esta ocasión, salimos mucho peor parados ya que, en Andalucía, el número de sociedades creadas el pasado mes de noviembre fue un 11,8% menor a las que se registraron en el mismo mes de 2018. Para el conjunto del Estado, el descenso interanual (-8,0%), en la creación de este tipo de empresas fue casi cuatro puntos inferior al obtenido en Andalucía.

En cuanto al capital medio suscrito por las sociedades creadas, la media andaluza (18.090 €), en el undécimo de los meses del año, fue muy inferior a la estatal (43.739). De esta forma, nos colocamos casi 26.000 euros por debajo de la media Estatal, aunque esta brecha se ha reducido mucho con respecto a la registrada el mes pasado (35.815 €). En esta ocasión, el Principado de Asturias (117.776 €) y Navarra (93.961 €) destacan como las CCAA con mayor capital medio suscrito en las sociedades mercantiles creadas. En el lado opuesto encontramos, de manera muy destacada, a Aragón (16.539 €), Extremadura (17.091 €) y Cantabria (17.459 €). En cuanto a nuestras provincias, Sevilla (29.416 €) fue la de mayor capital medio suscrito y la única por encima de la media autonómica mientras que, Córdoba (6.480 €) la de menor seguida de Huelva (9.763 €).

Por último, en el análisis provincial, destaca el hecho de que Málaga (436) y Sevilla (286) vuelven a liderar los proyectos empresariales iniciados con un 59,33% de los mismos. En sentido contrario, Jaén (39) y Huelva (59) fueron, nuevamente, las provincias con menor creación de empresas en este mes. En lo que a las sociedades disueltas a nivel provincial se refiere, también en este apartado Málaga y Sevilla (88 y 55 respectivamente), se situaron en las dos primeras posiciones mientras que Huelva (7) y  Córdoba (14) y fueron, en noviembre, donde menor número de estas empresas se disolvieron.

Con los datos de hoy, la cifra de sociedades andaluzas que han sido incapaces de continuar haciendo frente a la situación económica, desde que se iniciara la crisis, asciende ya a 41.526 asistiendo, durante este mes, a un leve descenso del ritmo de destrucción de sociedades mercantiles.

La apuesta por un cambio de modelo productivo tiene que ir acompañado, de forma ineludible, por una nueva estrategia de desarrollo del tejido empresarial andaluz. En el mismo sentido que creemos fundamental la formación y cualificación de los trabajadores, también lo es avanzar en términos de excelencia en la gestión empresarial.

Atrás deben quedar esos proyectos empresariales acuñados por la llamada “cultura del pelotazo” que poco o nada aportan al conjunto de la economía andaluza en términos de valor añadido, productividad o generación de empleo de calidad. En el mismo sentido, también tenemos que continuar dando pasos al frente contra la economía especulativa, incapaz de generar riqueza real para la ciudadanía y que solo y únicamente beneficia a las grandes sociedades internacionales y a sus cuentas particulares de beneficio empresarial.

Para ello, resulta igualmente fundamental avanzar en el compromiso y responsabilidad del sector financiero para con la sociedad en la que presta sus servicios. Uno de los males endémicos que tiene la economía andaluza es la enorme dificultad que tienen nuestras pymes para acceder a financiación externa. Esta dificultad es todavía mayor si la iniciativa emprendedora va dirigida al sector de la industria innovadora, actividad que todos señalamos como estratégica para el futuro inmediato de nuestra Comunidad Autónoma pero que, por el contrario, no termina de contar ni con los apoyos públicos suficientes, ni con la apuesta por ella por parte de las entidades financieras.

La productividad que precisa la actual economía internacional globalizada no se logra mediante recortes en plantilla sino, por el contrario, generando empleo de calidad, creando un clima agradable de trabajo, formando y cualificando a los trabajadores y mejorando la gestión empresarial. Solo con este conjunto de actuaciones lograremos un nivel satisfactorio de supervivencia, en el medio y largo plazo, de las iniciativas empresariales desarrolladas en Andalucía.