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Administración pública y sector privado deben reforzar la imagen de España como destino turístico seguro

Administración pública y sector privado deben reforzar la imagen de España como destino turístico seguro

El sector turístico español ha sido uno de los ámbitos de nuestro sistema productivo que más ha sufrido las consecuencias económicas de la pandemia por Covid-19. Sumado a esta realidad el hecho de que asume un papel estratégico en nuestro modelo productivo, merece una especial atención por parte de las instituciones de nuestro país, especialmente en lo referido a la confirmación y difusión de toda aquellas informaciones que contribuyan a reafirmar el compromiso de este sector con la prevención, la seguridad y el cumplimiento de los protocolos anti-covid.

27/07/2020 |

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En este sentido, la decisión de Reino Unido de recomendar a sus ciudadanos que no visiten España como destino turístico o de someterles a cuarentena en destino en caso de que el origen de su viaje sea nuestro país, supone un daño indudable a la delicada situación que ya arrastra el sector y que le hace, además, receptor necesario de una parte de los Fondos de Recuperación aprobados en el seno de la Unión Europea.

Un sector turístico ejemplar en un contexto nada normal

UGT no discute que Reino Unido, como cualquier país, está en su derecho de tomar las decisiones que considere oportunas en beneficio de sus ciudadanos y bajo criterios de salud pública. Sin embargo, es el Estado español, con el apoyo de todos los agentes del sector, el que debe redoblar esfuerzos para, por todos los canales posibles, ofrecer una información transparente que certifique que son muchos los destinos turísticos que en territorio español se puede calificar como seguros y en los que se cumple con la normativa de prevención del Covid-19 y se cuenta con todos los recursos para asegurar el bienestar de aquellos que deciden pasar sus vacaciones en España.

Nuestra Organización reconoce la labor que están llevando a cabo tanto el Gobierno central y los gobiernos de las distintas Comunidades Autónomas para ofrecer toda la información necesaria, de forma transparente, para consolidar la imagen de un sector que cumple con las normas. Pero advertimos, también, que las corporaciones locales -la primera línea de prevención y vigilancia para el cumplimiento de esas normas- deben ser inflexibles y rigurosas en la vigilancia de los espacios públicos en entornos de ocio y del comportamiento de la ciudadanía para evitar que, de forma a veces caprichosa, sean señalados como posible origen de esos rebrotes que tanto daño hacen a la imagen del sector y que, comparativamente, son un elemento residual en la globalidad de un sector turístico de comportamiento ejemplar en su mayoría.

La situación que vivimos y que hemos dado en llamar “nueva normalidad” está revelándose, cada día y de manera global -es decir, en todo el mundo-, nada normal y no exenta de incertidumbre. Por eso mismo, todo lo que se haga en el ámbito de la prevención y la capacidad para articular respuestas tempranas a cualquier situación de riesgo en salud pública redundará en beneficio de nuestra actividad económica que, inevitablemente, debe conciliarse con una convivencia lo más segura posible con el virus. Y en esta estrategia todos y todas debemos asumir nuestra cuota de responsabilidad: administraciones públicas, sector privado y ciudadanía.