UGT Andalucía

Si los datos los extrapolamos a Andalucía, desde el 2010 se han perdido 13.246 empleos, y dentro de este desastre la provincia peor parada porcentualmente es Córdoba, pues en el 2010 estábamos en un 10,08% del total y en el 2017 estamos en un 9,78%.

Este goteo incesante de pérdida de empleos públicos, no es sólo una cifra al aire, supone una doble pérdida, la de la calidad prestada a los usuarios y la cantidad de empleos públicos perdidos y que atienden a dichos usuarios; menos medios, suponen mayor presión del trabajador. Hay cocinas de colegios donde llevan tiempo con varios trabajadores/as de menos, ventanillas de la Administración que eran atendidas por tres empleados donde ahora sólo hay uno, centros cuya limpieza era llevada a cabo por cuatro empleados llevan meses con uno menos, y así se repite el escenario en todos los Centros de trabajo de la Junta de Andalucía.

Estos empleados públicos son educadores/as, cocineros/as, ordenanzas, agentes forestales, limpiadores/as, gerocultores/as y un largo etcétera de profesionales que trabajan día tras día con personas para educarlas, cuidarlas y atenderlas en todos sus trámites, mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, del menor, del mayor, del contribuyente en general. No se trata de números, se trata de una merma en el servicio prestado a cada cordobesa y a cada cordobés. Y mientras tanto, la Junta de Andalucía se escuda con la gestión de la crisis, con la tasa de reposición, o simplemente niega los datos.

Desde UGT-FESP de Córdoba denunciamos esta situación y exigimos a la Junta de Andalucía que cubra todas las vacantes que llevan meses y años en estudio, elimine el concepto “a extinguir” de muchas de las jubilaciones que por dicho motivo se han perdido, dote el 100% de las plazas de las RPT de los centros de trabajo y dignifique con ello, tanto el trabajo de los empleados públicos, como el servicio prestado a los usuarios.